El clima de Nuevo León y las condiciones de su territorio permitieron el desarrollo de la ganadería antes que de la agricultura. Por ello, no es de sorprender que el elemento principal en la dieta de los neoloneses sea la carne. El cortadillo, un guisado preparado con carne de res, jitomate y chile guajillo, o unos deliciosos tacos de arrachera son algunos manjares preparados en las cocinas de este estado norteño. La herencia española se advierte en platillos como el famoso “machito”, preparado con las vísceras del cabrito, muy parecido al “zarajo” de Castilla. Por otro lado, los rasgos prehispánicos se mantienen en la carne seca o machaca, pues era costumbre de los pueblos tlaxcaltecas secar la carne al sol para conservarla por más tiempo. Hoy se sirve cocinada con huevo como desayuno típico de la región, acompañada de limón y sal o en caldillo.
Seguramente habrás escuchado hablar del famoso cabrito, el platillo emblemático de Nuevo León, carne de cabra cocida lentamente a las brazas con leña de mezquite. Disfrútalo con frijoles “charros”, guisados con tocino, carne de cerdo, cilantro y chile serrano. No dejes de probar el asado de puerco, con chile colorado, o un rico puchero.
También puedes comer carne en tacos, gringas y piratas. Prueba los deliciosos tacos “al pastor”, hechos con carne de cerdo bañada con una mezcla de especias y cocinada al carbón en una columna gigante en forma de trompo. Las gringas también se sirven con carne de cerdo “al pastor”, acompañadas con queso y tortillas de harina. Si tienes mucha hambre no dudes en pedir un pirata, una tortilla enorme rellena de carne al pastor.Los productos derivados de la leche también juegan un papel importante en la gastronomía neolonesa. Encontrarás deliciosos quesos de rancho, las famosas Glorias, dulces de leche quemada con nuez, natillas, bolitas de leche de cabra o vaca y muchos manjares más. No te resistas a probar el pan de Bustamante, elaborado con harina de trigo, endulzado con piloncillo y perfumado con anís, canela, nuez y cocoa.
Los zarajos se consideran un aperitivo muy típico y tradicional de Cuenca preparado a base de intestinos de cordero lechal marinados que después se enrollan en un sarmiento y se fríen en aceite de oliva o se asan en un horno, o a la plancha, hasta que quedan dorados.
ALEX VELA
No hay comentarios:
Publicar un comentario