sábado, 1 de febrero de 2014

MÈXICO Y SU RIQUEZA GASTRONÒMICA

La cocina de México está nutrida de fragantes y frescos ingredientes que uno puede admirar en cualquier mercado de dicho país, constituido mayormente por tomates bien rojos, chiles frescos verde oscuro o tan rojos como un ladrillo, manojos de hierbas frescas, pescados y mariscos frescos, una inmensa variedad de vegetales y frutas, pollo, cerdo, cabritos y carne de vaca. Esto, acompañado del inconfundible aroma de alimentos asados sobre una parrilla al carbón o leña, que constituye uno de los métodos de cocción favoritos de este país.
 
La cocina mexicana se divide en diferentes regiones:

La región central, donde se sitúa la capital, es el núcleo de la comida más refinada y complicada, ya que fue allí, al igual que en otras capitales, donde llegaban y se alojaban los mejores ingredientes y cocineros para adaptar las recetas e incorporarlas a la gastronomía de la clase gobernante. Una comida de alguno de los múltiples excelentes restaurantes de la capital mexicana es un regalo para la vista y el olfato, con excepcionales platos que muy pocas veces hemos apreciado.

El famoso plato, ideal para las fiestas es el pavo con mole poblano, que surge a través de una fusión de la cocina Azteca con la cocina española y se convierte en un excelente ejemplo de la comida de esta región. Los aztecas pusieron los chiles, el pavo y el chocolate, y el Viejo Mundo incorporó especias como lo son el clavo de olor, la canela, el ajo y los granos de pimienta. Otros platos de la región son preparados de manera más sencilla, siendo asados a la parrilla.

En el sur de este país están Oaxaca, Chiapas y Guerrero, caratuladas como un paraíso culinario. Oaxaca, uno de los sitios más autóctonos de México, es famoso por sus siete moles (salsa de chocolate, ajíes y especias) y pos sus fajitas de carne al mejor estilo oaxaqueño, con tiras de cerdo marinadas en un adobo de chile rojo y servidas con pimientos asados y salsa de tomatillo.

Los estados de Jalisco y Michoacán, en la región centro-occidental, han hecho grandes aportes a la gastronomía del país. Su comida es sencilla y con sabor hogareño, como lo son las carnitas de cerdo, las salsas de chile rojo, el pozole de maíz (guisado de cerdo y ají con mucho caldo). A los habitantes de la región también les agrada la idea de asar pollos con hierbas, cítricos y ajo.

Uno de los platos más famosos de la cocina de México es el pescado entero cocinado lentamente al estilo de Veracruz, con tomates, aceitunas, alcaparras, especias dulces y pasas de uva. La gastronomía del Golfo de México no sólo está muy ligada a la herencia colonial española sino que también tiene gran similitud con la cocina del Caribe, caracterizada por la preparación de mariscos, plátanos (aquí los conocemos como bananas) y los cocos, que podremos encontrarlos bastante seguido en los platos de la zona.
La más peculiar de las cocinas mexicanas es la de Yucatán, con fuertes raíces en la comida de sus ancestros aztecas. El cerdo pibil, donde la carne y sus condimentos se envuelven en hojas de plátano y se cocinan lentamente, es precisamente de esta región. La pasta de achiote (realizada con semillas de achiote molido, especias, ajo y vinagre) y el recado (cocimiento de ajo, pimienta inglesa, comino y clavo de olor), son realmente muy usados en este lugar.

Por último, el Norte mexicano, es considerado la capital de la parrilla, ya que los habitantes de esta región de México cocinan mucho utilizando este método de cocción, y sus alimentos son el pescado, la langosta, los camarones, el cabrito, el pollo y los filetes de res. A diferencia del resto del país, en donde el cerdo es el más popular, en esta región quién más adeptos posee es la carne de res.
ALEX VELA

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